MyM, es el nombre del emprendimiento de Rosa del municipio de Aguilares, quien desde hace tres años inició su emprendimiento de elaboración de producción artesanal y venta de productos de higiene, entre sus principales productos están los champús, jabón sólido y líquido. Con cada producto que elabora siempre está pensando cómo puede contribuir a cuidar la piel de cada persona que va a consumir, por ello, es muy minuciosa en el uso de sus recetas para colocar las cantidades exactas a cada mezcla para producto que ofrece a sus clientas y clientes. Para Rosa, ese cuidado para ofrecer productos de calidad también le ha supuesto buscar los mejores ingredientes, buscando no depender de muchos proveedores y usar los ingredientes que tiene a su alcance en su hogar.
Uno de sus motivos para emprender fue la “falta de dinero”, donde los ingresos familiares no eran suficientes para cubrir todas las necesidades. Desde el primer momento, buscó la mejor opción para establecer su emprendimiento, identificando qué productos son de consumo diario para cada persona, es así como decide dedicarse a la fabricación de productos de higiene personal; actualmente, con la formación en agroecología vio otro potencial y decidió empezar a cultivar plantar sin químicos, que luego usa como ingredientes para sus productos y así poder ir transitando a vender jabones y champú con ingredientes orgánicos.
Actualmente, sus principales clientas son las integrantes de la asociación y mujeres organizadas que participan en diversas actividades,
donde lleva sus productos. Estar organizada ha sido una ventana de oportunidades para Rosa, haber participado en proceso de formación
técnica para tener su emprendimiento es uno, pero conocer sobre sus derechos e identificar expresiones de violencia que viven las mujeres es otra, por eso hoy le motiva estar organizada para poder ayudar a otras mujeres para que salgan de “un círculo vicioso donde el hombre cree que es su dueño porque usted no lleva dinero a su casa… usted se va a comprar lo que quiere y eso hace como que nos respeten”.
Por ello, a las mujeres que decidan emprender les dice “que sean valientes, que cuando nos tiran al agua, aunque no sepamos nadar de alguna cosa, nos vamos a agarrar y que no hay que tenerle miedo porque en el camino uno va aprendiendo”.