Ella es Carolina Aguilar, quien desde hace más de 25 años decidió emprender y abrir el “Bazar Jefferson”, le colocó este nombre en honor a su hijo. Es una mujer con ganas de salir adelante, no le gusta depender de nadie y busca su autonomía, por ello, decidió establecer su propio negocio con el cual poder generar ingresos y cubrir sus necesidades básicas. Para Carolina, una mujer con deseos de superarse e independiente es una mujer empoderada.
En su bazar puedes encontrar diversidad de productos, algunos elaborados con sus propias manos, como las piñatas, los
bolsos pintados a mano y flores para el “día de los difuntos”; otros productos los compra ya elaborados y solo los comercializa, como la ropa. Carolina cada temporada busca como ofrecer otros productos en su comunidad, es así como decidió también vender pescado fresco y frutas de temporada. Podrás verla vender de casa en casa o en el local de su casa.
Para Carolina, contar con su iniciativa económica le permite cubrir necesidades de vivienda y la canasta básica, es su propia jefa y le ayuda a gestionar su tiempo para dedicarse a su emprendimiento, al cuidado de la familia y estar organizada en ACOMEST, donde le han ayudado a fortalecerse como mujer y sentir que no está sola.
Su negocio se caracteriza por ofrecer prendas de vestir para personas de cuerpos diversos, busca satisfacer las necesidades de las personas
con cuerpos que no están dentro del estándar de belleza socialmente aceptado; en su negocio no se discrimina por las tallas y los cuerpos
de las personas.
“Yo soy Carolina y vendo productos americanos de primera calidad, estoy a la orden y tengo precios accesibles, cuando quieran vengan a buscarme o encarguen lo que ustedes necesiten, estoy a la orden”.
Carolina motiva a las mujeres a continuar con sus iniciativas económicas con un mensaje: “hay días buenos y hay días malos. En los días malos, si necesita llorar que llore, pero que clame al señor, que se desahogue llorando y que piense que ella puede salir adelante…”.