“Mujer guerrera y luchadora, a pesar de las dificultades siempre sigo adelante, siempre le busco soluciones para conseguirlo”.
Carolina es una mujer con muchos talentos, que soñaba con estudiar en la universidad, pero el acceso a ellas le implicaba movilizarse hasta San Salvador u otros municipios, lo que le impidió cumplir su sueño. Al asociarse en la Concertación, tuvo acceso a aprender el cultivo de hortalizas de forma orgánica y se dedica a esto desde hace 5 años; cultiva y vende hortalizas en su comunidad, pero también participa en los mercaditos que se realizan en la Casa de las Mujeres en Suchitoto la última semana de cada mes.
Hay momentos que su oferta sobrepasa la demanda de su comunidad, entonces sale a vender a otras comunidades o busca clientes en el mercado de Aguilares, principalmente cuando cultiva pipián y pepino. Además de las hortalizas, Carolina hace dulces artesanales de ajonjolí, coco, nance y maní, los cuales son muy bien aceptados en su comunidad.
Emprender ha supuesto para Carolina una fuente de aprendizaje, generación de ingresos, pero también momento de distracción ante situaciones personales, esto la mantiene activa y alegre. Uno de los aprendizajes para Carolina es aprender a seleccionar y guardar las semillas que utiliza para sus cultivos, ya que ahora no compra, sino que guarda sus propias semillas, logrando así, mantener la producción orgánica. A las mujeres que decidan emprender, Carolina les dice que “no se queden atrás y sigan, aunque siempre tengan obstáculos, siempre deben tratar de eliminarlos y seguir adelante. No hay que rendirse, hay que luchar por lo que uno quiere”.