Para Magdalena, su vida cambió desde el primer día que decidió abrir su iniciativa económica “manos cariñosas” y dedicarse al emprendedurismo. Con muchos ánimos y ganas de salir adelante empezó a comercializar los espejos decorados y equipo de audio. Las diversas necesidades y responsabilidades para sostener su vida le motivaron a establecer su emprendimiento. Trabaja junto a su esposo y actualmente venden sus productos en el local que tienen sobre la carretera de Tonacatepeque.
Su producto estrella son los espejos decorados, a los cuales decidieron poner su toque y creatividad, haciéndolos únicos y especiales para las y los clientes, quienes los usan para decorar la sala de su hogar.
Estar organizada en ACOMEST ha aportado significativamente en su vida, tal como lo menciona, “me ha ayudado bastante, porque el apoyo nos dan, me ayuda mucho a salir adelante”. Contar con su iniciativa contribuyó a mejorar su calidad de vida, a garantizar ingresos para sus necesidades básicas, su salud y a salir adelante. Por ello, invitan a acercarse a su establecimiento, ya que, “nos esforzamos un poquito más, no duden en comprar nuestro producto, es de buena calidad y tiene garantía”.
Para otras mujeres que deseen emprender, Magdalena les recomienda que “sean positivas, optimistas y decir yo puedo… no tengan miedo, que las cosas se venden, gracias a Dios”.